No sólo es cuestión de peso
¡Hola otra vez! ¿Cómo vas con tus deseos de estar más saludable este año? Como Pepe Grillo, una vez más jugaré a ser tu conciencia y te recuerdo que esto es algo que tú quieres, y que podemos pensar mucho en lo que deseamos, pero lo que logra un cambio es hacer algo al respecto. Además, cuando lo haces acompañado y bien guiado, puede ser alegre. Recuerda que el único fracaso es abandonarte.
¿Encontraste tu método? ¿Lo estás siguiendo?
Yo hoy me encuentro pensando que, si bien la pesa aún no es mi amiga, porque no quiere empezar a mostrarme números más pequeños, hay pequeños cambios que he ido implementando, especialmente el animarme a comer un poco más e ir comprobando poco a poco que mi cuerpo ya no es tan reactivo a la comida y va logrando mantenerse e incluso bajar un poquito, aún cuando le estoy dando más de comer. He integrado algunos alimentos y he sacado otros.
Honestamente, estaba cansada de comer poco comparado con lo que mi estómago me pedía, de tener miedo de comer cualquier cosa que no estuviera en mi plan alimenticio y detestaba sentirme siempre limitada, farsante, hambrienta, esforzándome en comportarme de forma distinta a como yo me quería comportar de forma natural con respecto a la comida y ver que a pesar de mis esfuerzos y limitaciones, no lograba regresar al peso que deseo.
Entiendo y acepto que ese método fue el que yo necesité para bajar de peso y estoy profundamente agradecida con Marcelo Acsebrud y con Plusvida y los más de dos años y medio que fui su alumna, porque me llevaron a mi peso saludable y a vivir una mejor versión de mi, pero poco a poco fui necesitando darme espacio y permiso para pensar por mi misma y dejar de sentirme frustrada. Hice algunos desastres, con la consecuente subida de peso, pero ahora es importante para mi ir integrando el cuidado que mi cuerpo necesita con mi forma de ser, de forma amistosa.
Lo que quería compartirte hoy es que este programa que estoy haciendo me informa todos los días de por qué ciertos alimentos deben evitarse y algunos incluirse, mientras me apoya emocionalmente para ir haciendo los cambios. Además, va haciendo los cambios de forma gradual, y me da unos días de gracia entre los cambios que advierte que tendré que hacer y el momento en el que yo decido hacerlos, dándome oportunidad de preguntarme cómo me siento yo y qué pienso al respecto. Al principio fue confuso ir reconociendo mis reacciones y mis resistencias, pero creo que es justo lo que yo necesitaba en este momento: ir tomando las riendas de mi cabeza, incluir mejor nutrición y enseñarle a mi cuerpo que puedo comer más de los alimentos sanos y este puede procesarlos sin penalizarme.
Sorprendentemente, ser obediente me ha costado más de lo que yo pensé. Me maravilla lo rebelde que puede ser mi cabeza y las resistencias que me asaltan al nomás mencionar que por ahora quiero darle vacaciones a ciertos alimentos, y el darme cuenta que despegarme de ciertas comidas ha sido todo un acto de valentía.
Por ahora, le di vacaciones a los granos (trigo, maíz, arroz, quinoa, etc), a los lácteos, y a toda la comida procesada y continuo sin usar azúcar, y agregué mucha más fruta y verdura, e incluso un poquito de grasa. No saben cómo me lo ha agradecido mi cuerpo. Con este nuevo proceso he ganado paz mental, saciedad, valentía, variedad y conocimiento de mi misma, aunque no pierdo peso todavía. Ha sido un proceso amistoso conmigo misma, y eso es valioso.