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¿Cuál es tu plan?

¿Cómo vas con tu propósito de bajar de peso?

¡Espero que viento en popa! Pero si aún lo estás pensando y sigues igual (o peor) que en año nuevo, te aviso que mañana habrá transcurrido 1/3 del mes de enero. Démonos cuenta que si no nos ponemos manos a la obra ya, lo más probable es que nos resignemos pronto al estado en el que estamos y no hagamos nada. Siempre es más fácil no hacer nada.

Hace un tiempo aprendí que tener una meta es bueno, pero es más importante tener el método para lograrlo. Más importante que la meta es el método. Una meta sin un plan para alcanzarla es nada más un sueño. Y los sueños, para que se vuelvan realidad, se trabajan.

Así que hoy te pregunto, ¿Cuál es tu plan?

¿Qué puedes empezar a hacer mañana mismo?

Yo creo que lo mejor es probar un plan estructurado, ponerte en manos de alguien que de verdad sepa cómo llevarte a hacer los cambios que necesitas. En mi caso, una dieta no es suficiente: necesitas poder cambiar tu forma de pensar y un grupo que te apoye. Estoy segura que si empiezas a preguntarle a las personas que conozcas que ya lograron su meta de peso, ellos te pueden compartir cómo lo hicieron. Busca un método.

Hay muchos métodos para bajar de peso, unos más caros que otros. Yo creo que invertir en un buen programa vale muchísimo la pena. Por mi parte, te recomiendo que busques lo siguiente:

-Ponerte en manos de alguien que tenga un prestigio establecido y que alguien que conozcas en persona te pueda recomendar.

-Que el programa cuente con ayuda psicológica y emocional porque –aceptémoslo- no comemos ni dejamos de comer por hambre o falta de hambre: hay cuestiones mucho más profundas de hábitos, lo que aprendimos en nuestra familia, escapes emocionales, formas de consentirnos y de celebrar. Aprender a estar saludables requiere hacer cambios profundos. Tener a quién rendirle cuentas nos compromete a hacerlo con ganas.

-Al menos un aliado(a): alguien que lo haga contigo. Pero si no tienes quién, seguro más adelante conseguirás, lo importante es empezar.

Y mientras encuentras tu método para volverte la persona saludable y delgada que quieres ser, mañana mismo puedes empezar por:

-Salir a caminar: una caminata de al menos media hora que te saque de la pereza. Y si tienes perro, ¡mejor! Si no tienes tiempo, prueba levantarte un poco más temprano.

-Tomar agua pura: 8 vasos al menos

-Dejar de comer azúcar. Nadie necesita comer azúcar refinada

-Dale vacaciones al pan. El pan es todo un tema, pero te aseguro que no morirás si lo dejas un tiempo.

Y yo, ¿Por qué estoy de nuevo en estas? Pues porque aún tengo temas pendientes. La vida tiene altibajos: a veces estamos enfocados y a veces no tanto y yo me descuidé un poco. Pero sé lo que es estar en mi peso, y quiero volver antes de que sea más difícil.

Puedo decirte en serio que, aunque pareciera que el peso sube por arte de magia, no baja por arte de magia. Nos toca trabajarlo, y la vida es mucho más bonita cuando lo hacemos. ¡Vamos con todo!


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