Para ocasiones como esta
Comer lo más apegada al plan posible, con horario estricto, sin importar dónde o qué esté haciendo. Hacer ejercicio todos los días, tomar 4 litros de líquido, estar en contacto con lo que me pasa, todo eso se ha convertido en mi nuevo estilo de vida. Llevo sólo 755 días practicándolo. Algunas veces me es más fácil que otras, pero los resultados me son útiles todos los días, tanto para cosas simples como para ocasiones memorables . He aprendido a cuidarme todos los días como disciplina, pero hay algunos días que parecen decirme "para esto ha sido tu esfuerzo".
Ayer fui parte de una hermosa celebración de la vida: la boda de mi sobrino, a quien vi nacer, crecer, hacer travesuras y convertirse en un hombre. Él y su ahora esposa planificaron un hermoso evento, lleno de detalles que destilaban ilusión y cariño. Me presenté con un vestido de talla de mi nueva figura, y lo lucí con naturalidad, como si no me costara ningún esfuerzo mantenerla. Para mi es mucho más fácil disfrutar de las ocasiones sociales cuando me siento del tamaño adecuado. No por vanidad, sino porque me siento coherente entre lo que quiero y lo que hago.
Hubo algunas comidas fuera de mi plan nutricional y yo decidí cuales y cuánto comer. La voz de Marcelo resonó en mi cabeza “la gente como nosotros jamás deja comida en el plato. Por eso, nos servimos solo la cantidad que queremos darnos el permiso de comer”. Comí , pero justo lo que elegí. Platiqué, disfruté los detalles, gocé de ver gente conocida.
Esta mañana me presenté en el desayuno del hotel y nuevamente elegí algunos alimentos que normalmente no consumo. Comí de lo que quise, pero una sola vez y en las cantidades que elegí. Al despedirnos, una señora que tenía tiempo de no ver, me dijo con sorpresa:
-Por Dios, ¡Qué bien estás!
Esa expresión fue la dosis de Ubicatex justa para recordarme que siempre viviré en la disyuntiva de estar como quiero o comer lo que deseo. Tendré un pie en cada lado: en el control y en el descontrol, en la satisfacción o en la frustración, en el éxito o en el fracaso, en la coherencia o la vergüenza, en lo fácil o en lo difícil, en el momento o en mi plan de vida. Las decisiones de todos los días me llevan al lado que quiero, para poder, en raras ocasiones, darme un permiso de consumir con moderación lo que antes comía cada vez que me daba la gana y sin medida.
Increíble pero cierto: me gusta mi nueva forma de vida, que limita el consumo de lo innecesario y saborea la vida y los alimentos con más intensidad.