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"Abandonitos"


“El único fracaso es el abandono” dice Marcelo Acsebrud con respecto al cuidado del peso. También dice que a veces se gana, y a veces se aprende. O sea que el ultimo año he aprendido mucho, porque en muchas ocasiones no he logrado hacer lo que necesito al 100%. Ese ha sido mi talón de Aquiles. Pero me mantengo en el cuidado así que no he fracasado, ¿o sí?

Para mí, el cuidado requiere mucha atención al detalle y actuar consecuentemente con lo que necesito. Circunscribirme a comer sólo lo que está en mi plan me ha costado mucho. Lo demás de mi checklist está más bajo control : Me peso todos los días, tomo 4 litros de líquido, dos de esos de agua pura, me muevo 10mil pasos, ya sea por motivación o por disciplina, con o sin ganas, hago al menso 45 minutos de ejercicio, como con horario estricto. Escucho al menos una referencia terapéutica y tomo mis vitaminas y magnesio, Comer sólo mis alimentos permitidos en las cantidades indicadas… ese es el pelo en la sopa. O sea, gano cada día con un 7/8, pero eso no es suficiente para mantenerme donde quiero. Estar bien requiere un 8/8, así que puedes inferir que convivo con la frustración de sentirme inadecuada. Suena injusto, pero es lo que es, probado y comprobado.

Eso de comer poquitos de lo que no debo me tiene con unas libras de más que no logro quitarme desde mayo. Picotear es un problema porque no gano de ninguna manera: no gano total felicidad por comer la cantidad que quisiera de lo que me gusta, ni gano felicidad de ir conquistando de nuevo mi meta de peso…¡Pero cómo me cuesta evitarlo!

Sigo cuidándome, no he abandonado así que no he fracasado… en términos generales. Pero cuando pienso en el día a día, momento a momento, veo que a veces me apago la cabeza, me rindo por un instante y me meto a la boca un trocito de lo que no quiero. A eso es lo que llamo “abandonitos”, porque no son finales ni radicales, pero son un verdadero problema. Los abandonitos llevan a fracasitos cada día. Sumamos muchos días así y el resultado son incrementos de peso lentos y seguros. Un solo pequeño abandono momentáneo hace que ese día no cumpla mi meta de cuidarme bien desde la mañana hasta la noche y no logro continuidad de días bien hechos.

Me siento como que estoy intentando despegar cada día pero no logro remontar el vuelo a altura segura. Cuando mi cuidado logra despegar, el vuelo dura poco y es a baja altura, por lo cual cualquier pequeño tropiezo me bota.

Últimamente mis abandonitos se han debido a muchos motivos: la familia está en casa, hay comidas diferentes a lo normal y lo peor de todo, asumo el papel de anfitriona, ofreciendo cosas que me complican la existencia y cayendo como insecto que se estrella con la bombilla.

Otra cosa interesante que aprendí recientemente que “del dicho al hecho hay un instante”: ese instante en que uso mis extremidades para salir huyendo de las cosas que me tientan. Así que me declaro en autoretiro. A partir de hoy, pongo tierra de por medio y acepto que soy muy vulnerable a los ataques de lo indebido. Ya llevo un día bien cuidado. Dicen que esto se vuelve más fácil si resisto tres seguidos. Deséame éxitos.

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