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Diciembre diferente, enero diferente


-“Ahora en diciembre es más difícil cuidarse”, me dijo una lectora del blog que ahora es mi amiga y nos escribimos.

-“No” le dije yo. “No es más difícil porque sabes lo que quieres, y del otro lado de las ocasiones en que te cuidas estás tú, la persona que quieres ser”.

Siempre he creído que el cuidado –o el descuido- inicia en la cabeza.

Diciembre con todas sus celebraciones es un reto, es una ocasión para mejorar tu juego, pero no debería ser una excusa para abandonar tu cuidado ahora que lo estás haciendo bien. Recuerda que la temporada de bajar de peso terminará eventualmente e iniciará la época de aprender a mantener el peso logrado. Para muestra un botón: finalmente estoy de vuelta en mi rango, y es diciembre. El diciembre pasado fue mi primer diciembre cuidándome, y lo acabé más delgada de lo que lo empecé. ¿Por qué? Uno, porque es posible y dos, porque a mayor riesgo, mayor cuidado.

No pienses ahora que el reto de estar bien en diciembre es enorme, sino que enero llegará en sólo 3 semanas y si continúas haciendo bien lo tuyo, este enero será diferente también.

Por primera vez en muuuuuuchos años tu lista de propósitos de año nuevo no será “bajar de peso” porque ya estarás trabajando en ello. Una vez el propósito de bajar de peso esté eliminado de tu lista, le abrirás paso a otras cosas importantes que fueron relegadas antes. Cuando bajar de peso ya no sea la meta, imagínate todas las posibilidades que ser te abrirán como meta, todas relacionadas con vivir mejor esta vida.

Es gracioso que este diciembre me encuentra muchísimo más en etapa de aceptación que el año pasado. Poco a poco voy entendiendo mi lección. Si este es tu primer diciembre cuidándote, te comparto los tips que me han ayudaron a salir triunfal el año pasado.

  1. No declarar “temporada de se vale todo”. Sigue estrictamente tu plan en todo momento. Hay quienes abandonan por completo su cuidado si se permiten un descuido. No sé si ese será tu caso. En mi caso, me fue posible decirme “cenaré la cena de navidad de lo que haya, con moderación, y punto”. No hay comida tradicional en otros días . Esa era la meta: cuidarme y cenar con mi familia la cena tradicional.

  2. Cambia tu forma de pensar: En mi caso, cambié radicalmente la decoración navideña de siempre porque la roja con dorado de siempre me recordaba a las tradiciones de siempre que incluían comida de la temporada. Mira la foto del principio: Cambié los listones rojos por listones de fibras naturales cafés y las bombas rojas por piñas de pino. Incluso cambié el color de los empaques de regalo … un sutil mensaje que me recordaba que estaba comiendo más verde y natural ese año. Las estrellitas doradas me recordaban el premio al final. Nadie supo el motivo del cambio de color y a mis hijos les pareció extrañísimo, pero a mí me sirvió.

  3. En caso de fiestas o convivios, goza de la compañía y de lucir lo que más bella o más guapo te haga sentir. Te recomiendo comer antes así cuando tu cabeza te diga que quiere de lo que hay, tú muy zen le digas “ya comí”. Mi bebida favorita sigue siendo diet 7up con hojitas de menta. Y si, la llevo dentro de mi bolsa en caso de que no haya en el bar. La tomo en vaso o en copa y da la impresión de que es algo más elegante.

  4. Compré sólo regalos que no fueran tentación: regalé pachones, juguetes, pijamas. Tener chocolates empacados de regalo es como tener una bomba de tiempo en casa.

  5. No sé en qué etapa estás y cómo está tu cabeza, pero te recuerdo que adelgazamos por salud. Si diciembre te encontró cuidándote y crees no tener las estrategias o la valentía para afrontar situaciones sociales, no vayas. Cuídate, guárdate en casa, incluso de la cena familiar de navidad o año nuevo y encuentra el modo de celebrar que al fin haces esto por ti, ser feliz y estar en paz con la decisión de alejarte del peligro por ti, para ti. Te prometo que no será así el resto de los diciembres, si este diciembre lo haces como debes.

  6. “Si no puedes ir y cuidarte, no vayas; si no puedes hacerlo y cuidarte, no lo hagas”. En mi caso, yo tenía la tradición de hornear galletas para mis seres queridos, y lo hice, sabiendo que la meta era cuidarme. Regalé más de 25 cajas de galletas caseras y no me comí ni una, hasta la cena de navidad. También me gusta la carpintería así que me ayudó pensar: ¨jamás pensaría en comerme un trocito de madera. Cocinar es sólo otro hobbie”

Ponte creativo para no sentir que cuidarte es perderte el espíritu de celebración. A mí me gustó experimentar con platos festivos pero saludables, como este "pastel de frutas", que no era más que una rodaja de sandía decorada con yogurt y frutas.

  1. Apégate a lo que te mantiene enfocado: ver fotos de tu antes y tu después de cuidarte, jugar de ponerte la ropa que ya dejaste o de ir de compras de ropa más pequeña puede ayudar.

En fin, cuidarse en diciembre significa redoblar la decisión y el compromiso de hacerlo bien y sé que puedes hacerlo porque mucha gente en este momento lo está haciendo. Te invito a buscar tus propias estrategias para salir vencedor.

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